a Mi abuelo Carmelo Rivera
Nada fué imposible para él
hasta en el sueño de la muerte
hizo obra de profeta.
Eclesiastico 48,13
En mi memoria quedó cavilando
el teclado de un linotype
fundiendose contra el tiempo
sus manos cansadas
y los motivos fueron suicidandose con la tristeza.
Se trasnochaba con lingotes viejos
en la galera de los recuerdos
los dias se fueron marchitando
y fueron transcribiendo en el molde de la esperanza
una invitacion topografica
de sus ultimas palabras.
Litzardo Rivas
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Y si a eso le agregamos recuerdos personales... se convierte en oxígeno para la nostalgia.
Saludos Litzardo