Hay que tener dos alas transparentes,
esqueletos en sombra y episodios de sangre y muerte
para conversar sobre las relatividades de la carne,
emplear adjetivos en un espiral de besos
y escribir sobre los ruidos del tabaco.
Hay que precisar con objetos
el porque del desvarío,
o porque del llanto sin culpa
y seguir acoplando en la fatalidad del tiempo
alas con susceptibilidad de olvido…
Litzardo Rivas
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